Ansiedad

La ansiedad es un mecanismo adaptativo natural que nos permite ponernos alerta ante situaciones amenazantes, un cierto grado de ansiedad proporciona un componente adecuado de precaución ante circunstancias peligrosas. Una ansiedad moderada puede ayudarnos a mantenernos concentrados y a afrontar los retos de nuestra vida.

En ocasiones, sin embargo, el sistema de respuesta a la ansiedad se ve desbordado y funciona incorrectamente. Más concretamente, la ansiedad es desproporcionada con la situación e incluso, a veces, se presenta en ausencia de cualquier peligro o amenaza. La persona se siente paralizada con un sentimiento de indefensión y, en general, se produce un deterioro del funcionamiento psicosocial y físico. Se dice que cuando la ansiedad se presenta en momentos inadecuados o es tan intensa y duradera que interfiere con las actividades normales de la persona, entonces se la considera como un trastorno.

Los signos y síntomas de la ansiedad más comunes incluyen los siguientes:

• Sensación de nerviosismo, agitación o tensión
• Sensación de peligro inminente, pánico o catástrofe
• Aumento del ritmo cardíaco
• Respiración acelerada (hiperventilación)
• Sudoración
• Temblores
• Sensación de debilidad o cansancio
• Problemas para concentrarse o para pensar en otra cosa que no sea la preocupación actual
• Tener problemas para conciliar el sueño
• Padecer problemas estomacales
• Tener dificultades para controlar las preocupaciones
• Tener la necesidad de evitar las situaciones que generan ansiedad